LOS MEJORES DISCOS DE LA PRIMERA MITAD DE 2020 (Enero-Julio)






30. HALSEY “(Manic)”


Fue escuchar “Graveyard” en numerosas entregas de premios y late nights yankees y venirme arriba. Tristemente, el estado de excitación terminó en el mismo momento en el que finalizó el periodo de promoción de “(Manic)” y se lanzó el disco: inconexo y carente del brillo y la frescura que convertían a “Graveyard” en un gran tema de pop moderno y comercial. Se aprecia un esfuerzo por crear una especie de todo en uno, desde Beatles a trap pasando por Madonna y el indie. Pero el resultado no podría resultar más plano. Así que me quedo con su primer single y con una de interpretaciones en las televisiones de EEUU.





29. JS ONDARA “Folk N' Roll Vol 1: Tales Of Isolation” 


El cantautor keniata JS Ondara apareció en la escena norteamericana con “Tales Of America”, un debut prometedor en el que solo parecía existir un error: Ondara cantaba demasiado, cantaba todo el rato y, en ocasiones, llegaba a asfixiar al oyente. Ese exceso no termina por corregirse en su segundo paso discográfico pero la magia sigue intacta. Ondara es un excelente narrador y recorre con acierto un espacio compartido por folk, country, americana y góspel. Algo así como si Bob Dyan y Tracy Chapman se fusionasen en una sola persona. 





28. BOMBAY BICYCLE CLUB 

“Everything Else Has Gone Wrong”


Historias del confinamiento. Capítulo 1. Había leído el nombre de BBC tantas veces como lo había ignorado. Así que la historia de este disco es la historia de un algoritmo sustituyendo a un dj, bien sea de radio o de tv. Recuerdo que en una ocasión mi amigo Carlos me confesó que fantaseaba con la posibilidad de que quien le hiciera las listas de descubrimientos semanales en Spotify fuese una persona. Y que claro, siendo una persona, le pediría hasta “matrimonio” viendo la cantidad de música desconocida y acertada que le asignaba cada lunes. Es curioso porque Carlos es la persona que conozco que más controla el universo de los algoritmos y los cálculos matemáticos aplicados a la música. Así que el mero hecho de que no sea yo el único romántico es ya un punto a favor de esta pequeña anécdota. A mí BBC me saltaron automáticamente en Youtube y me quedé a verlos por curiosidad hasta el punto de que disfruté mucho de lo que escuché. De ahí a escuchar este “Everything Else Has Gone Wrong” a fondo y a dar el paso final: comprármelo. Indie guitarrero distendido con buen gusto para todo tipo de arreglos, incluidos los referentes a las músicas del mundo, y buena aportación melódica. No le hará daño a nadie.



 


27. AGUXTIN ALKHAT “Hutsaren Hatsa”


Otro capítulo felizmente surgido en el confinamiento. Tras mucho leer su nombre en prensa y webs especializadas escucho a Alkhat por primera vez con notables sensaciones. En “Hutsaren Hatsa” el de Iparralde se mueve con gusto por los sonidos americanos clásicos tanto de dentro de nuestras fronteras, Ruper Ordorika, como de fuera, Son Volt o Uncle Tupelo. Atmósferas y melodías mimadas y escogidas que hacen de “Hutsaren Hatsa” un artefacto con muchas posibilidades de crecer en la segunda mitad de año.



 


26.  DRIVE-BY TRUCKERS “The Unraveling”


La formación liderada por Mike Cooley y Patterson Hood comenzó su particular travesía por el desierto cuando Jason Isbell dejó la banda hacia 2007. Con “American Band” (2016) la banda encontró  un equilibrio atractivo entre la sobriedad clásica de Cooley y la melancolía de Hood que les llevó a firmar su mejor disco desde “A Blessing And a Curse”. Este “The Unraveling” contiene los mismos ingredientes que su predecesor pero, una vez perdido el factor sorpresa, el contenido no logra brillar a la altura de “American Band”. Tampoco cabe espacio para el fracaso o el desengaño ya que no deja de ser un buen disco pero sí que podía esperarse algo más tras su excelente precedente. 


 




25.  LEPORA “Lepora”


De la nada aparece este notable disco de una formación novel gasteiztarra que cuenta con mucha experiencia en proyectos previos. Gente de Bronce, Neubat, Sorkun y Tutan Come On unen esfuerzos para facturar un recio y árido disco de rock alternativo con la mirada puesta en los noventa tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. De Tool a A Perfect Circle pasando por Rival Schools o At The Drive-In. Dut, BAP!, PI.L.T. en cuanto a sonidos autóctonos. Grandes temas y buen sonido para una de las sorpresas del año.


 



24. ELDER “Omens”


Partiendo de una base bastante original para tratarse de un sonido stoner evolucionado hacia el prog rock, Elder va haciendo camino en su carrera. Y lo hace de una forma más que correcta. En “Omens” nos encontramos con los mismos trucos de buen prestidigitador que nos encandiló en la era de “Lore”, más algún desarrollo más oscuro y denso. No han perdido nada, no han añadido nada. Disfrutarás del paisaje. Asegurado.





23. AGNES OBEL “Myopia”


La compositora danesa Agnes Obel sigue indagando en ese cristalino mundo en el que confluye el indie pop, la música de cámara y un sonido de piano gaseoso, lúgubre y vibrante. Desde la oscuridad, Obel lleva ya varios discos alimentando un lenguaje propio bastante extenso. La pega, lleva un par de trabajos en los que todo lo que escucharás se queda dentro de las fronteras de su propio universo. Apenas hay novedades y, encima, faltan los grandes singles que antes sí era capaz de facturar. Pero claro, si lo que te gusta es su sonido, eso está ahí, intacto y fiel. 




 

22. HAYLEY WILLIAMS “Petals For Armor”


La carrera de Williams ya apuntaba hacia alguna dirección cercana a la que ha tomado en su primer trabajo en solitario. Desde que Paramore, su banda madre, afrontó la grabación de su disco homónimo, el pop y la electrónica han ido ganando al emo y al harcore pop de sus primeras obras. Ahora, ya en solitario pero tampoco tan lejos de donde se detuvo Paramore, Williams se pierde en un universo onírico en el que la experimentación y la melodía se dan la mano para que su voz brille por encima de todo. Lo importante es que ya a estas alturas uno no sabe dónde acababan Paramore y donde empieza Williams. 

 



 

21.  JASON ISBELL “Reunions”


Ya hemos hablado de Drive-By Truckers y ahora toca centrarse en la figura de Jason Isbell. Siempre me ha resultado curioso lo fácil de identificar que eran sus composiciones dentro de DBT, la pérdida clara que supuso su salida para la banda y el entusiasmo con el que la prensa estadounidense recibe cada uno de sus lanzamientos. En mi opinión, por separado, DBT no ha terminado de ser lo que fue pese a que con “American Band” algo se logró, e Isbell no ha logrado un disco redondo aunque sí ha firmado un puñado, suelto, disperso, de notables composiciones. “Reunions” es un capítulo más en la vida de Isbell: un disco cálido entroncado en la tradición americana, con Isbell componiendo y cantando a gran nivel pero con la misma sensación de siempre de que cabe esperar más de un artista así. 




 

20. DUA LIPA “Future Nostalgia”


En 2017 la británica de origen kosovar Dua Lipa logró toda una hazaña: reinar dentro del pop mainstream de divas y, además, unificar el criterio de la crítica respecto a su debut con un sobresaliente claro. La crítica de todos los colores, desde la independiente hasta la más mainstream, desde el último bloguero hasta el principal periódico británico o yankee. Sin duda que todo se debía a un acertadísimo disco repleto de hit singles en el que las letras, por fin, hablaban de cuestiones mortales y necesarias y se alejaban de los conceptos clásicos del género. El planeta esperaba con ganas su segundo disco que, probablemente, era ya un éxito antes de ser publicado. Bien, “Future Nostalgia” no es “Dua Lipa” y tampoco tenía que serlo. La música disco y los sonidos anclados en los 80 se hacen protagonistas. El tono, un tanto serio en su debut, se torna festivo y distendido. En comparación, había más calidad en su debut. Sin embargo, esto no convierte a “Future Nostalgia” en un mal disco ni mucho menos. Dua Lipa sigue ofreciendo un pop fresco, disfrutable, con clara tendencia bailable y unas letras responsables y necesarias en los tiempos que corren. 




 

19. SARA ZOZAYA “I”


Nuestra estrecha y pequeña escena debería dar las gracias cada día por la presencia de jóvenes compositoras del talante de Sara Zozaya. La de Donostia lleva publicado de momento varios EPs y singles en los que se aprecian con claridad trazas de grandeza. Algunas y algunos, entre los que irremediablemente me encuentro, necesitamos un disco grande para lanzarnos de cabeza al universo creativo de Zozaya pero es indudable que, mientras tanto, resulta tremendamente emocionante escuchar cada uno de sus nuevos lanzamientos. Este “lili” o “I” es realmente intenso y emocionante.





18. AND YOU WILL KNOW US BY THE TRAIL OF DEAD 

“X: The Godless Void And Other Stories”


"Nunca el hecho de no fallar debería ser considerado un error o algo reprochable. Trail of Dead no fallan. Siguen a lo suyo. Facturando discos densos a la par que bellos. Sin complejos en cuanto a la pomposidad o el dramatismo necesario para plasmar sus complejas líneas narrativas. El riesgo está en creer que lo que hacen es normal y el peligro en que su vuelta apenas haya despertado interés. Trail of Dead siempre será una banda necesaria en nuestras vidas". (29 de enero de 2020) 

 

 



17. HAIM “Women In Music Part III”


Haim corren peligro de no volver a alcanzar el nivel que mostraron en la primera mitad de su debut en 2013. No lo lograron en su segundo disco de estudio, “Something To Tell you” (2017), y no terminan de lograrlo en este nuevo paso discográfico. Pero sí es cierto que, al menos, han logrado facturar un álbum fresco y variado con posibilidades de escalar posiciones en las listas de mejores discos del año de aquí a diciembre. Por buscar un paralelismo claro, y nada gratuito, con la reencarnación pop de Fleetwood Mac, si “Days are Gone” fue un prematuro “Rumours”, “Women in Music Part III” es un prematuro “Tusk”: una obra basta, rica en experimentación, sin miedo a las piruetas sin red y sin la presencia de temas redondos pop directo.



 

 

16. Ro “Athalase”


Aquí otra hazaña de nuestra escena. Ro, quinteto azkoitiarra que se mueve con gusto y equilibrio por sonidos post rock, ha publicado una de las joyas de este 2020. “Athalase” es un ejercicio bello, emocionalmente cáustico y con una sensibilidad extrema. Un mar en el que cuanto más te sumerges menos necesidad sientes por volver a la normalidad. 

 


 


15.  BRENDAN BENSON “Dear Life”


He seguido toda la carrera de Brendan Benson con la terrible sensación de que siempre podía haber ofrecido algo más, algo mejor. Lejos quedan ya los días del genial “Lapalco” (2002) y pese a que en todos sus discos existan composiciones notables, faltaba un disco con el que volver a conectar con el público necesitado de un power pop rico en melodía que lo mismo bebe de Beatles que de Cheap Trick. Y ese disco ha llegado en 2020 con “Dear Life”. Uno de esos discos rockeros del año del que nadie te hablará pero que disfrutarás enormemente. 

 

 

 


14.  WAXAHATCHEE “Saint Cloud”


"“Saint Cloud” es el quinto disco de la compositora de Alabama Katie Crutchfield, artísticamente conocida como Waxahatchee y es un precioso canto a esa primavera que permanece secuestrada tras nuestras paredes. La Luz, el amor y la dulzura son las principales protagonistas a lo largo de los once cortes de folk y americana feliz y radiante que componen el disco.

Es precioso, disfrutable y está repleto de bondad pero, quizá, le falte algo más para calar hondo y quedarse para siempre en nuestro subconsciente. No obstante, ya que no podemos salir más allá de nuestros balcones y terrazas, respiremos desde ellas el auténtico sabor de la primavera, aunque sea desde la música". (28 de marzo de 2020)


 

 


13. Jeff Rosenstock “No Dream”


El loco de Rosenstock sigue adelante con su loca carrera. Firmando discos entrañables que nacen en un punk acelerado y crudo pero que se funden con dulces melodías tan pronto como el talento del de Long Island aflora en sus composiciones. “No Dream”, afortunadamente, es más de lo mismo en la carrera de Rosenstock: una costra de histrionismo que sirve de protección para un sobresaliente compositor con la necesidad de hacer las cosas siguiendo únicamente su instinto y necesidad.

 


 


12.  SOCCER MOMMY “Color Theory”


Soccer Mommy lleva unos años haciéndose un nombre dentro del indie pop y rock mundial con discos en los que su tendencia guitarrera y su frágil voz acompañan a composiciones gaseosas y melancólicas en las que expone con crudeza sus pensamientos y preocupaciones. “Color Theory” sigue su evolución lógica hacia un dream pop más marcado y emotivo. Dentro de una lista llena de discos veraniegos, este “Color Theory” es una buena baza atardeceres posteriores a la playa. 





11. LOATHE “I Let In And It Took Everything”


"Los de Liverpool han publicado su tercera obra de estudio, “I Let It And It Took Everything”, y en ella, ahondan en la interesante idea de trascender a los ecos obsoletos del metalcore. La base del arriesgado movimiento es centrarse en todo aquello que haya resultado atractivo dentro del metal a lo largo de las últimas dos décadas, explotarlo y plasmarlo como si fuera propio.

Obviamente, la selección de ingredientes es arbitraria pero, en el caso de Loathe, hay que agradecer el esfuerzo aún partiendo, en ocasiones, de lugares tan desapacibles como el un metal. Metalcore, nu metal, shoegaze, pop independiente e incluso alguna pincelada black metalera son las premisas sobre las que Loathe ha tratado de sentar las bases no ya de su nuevo discurso, si no de un nuevo discurso en general".
(19 de febrero de 2020)

 

 



10. LIHER “Hemen Herensugeak daude”


Esto no es más que una disquisición personal de quien escribe. Y, en parte, ¿Qué otra cosa podría ser? Vi a Liher hace un año a dos kilómetros de mi casa. Me sorprendió mucho. Allí había empaque. Allí había fuerza. Allí había guitarras y, aunque quizá yo no fui capaz de verlo, allí había dragones. Terminaron, y si no lo hicieron fue hacia el final, con “Cochese”, de Audioslave. Veía unas opciones enormes de que Liher fuese una banda capital en nuestra escena pero sentía que todavía faltaba algo. 2020 nos entrega este “Hemen Herensugeak daude”. El disco con portada de color de Liher. Rojo, rojo oscuro o granate. Un álbum escrito con sangre y, sospecho, que con mucho sufrimiento y trabajo. Cada vez que lo escucho me viene “Superunkown” de Soundgarden a la cabeza. No porque se parezcan, no porque encuentre líneas similares. Más bien es por la robustez, el sonido, la sobriedad, la profundidad de ideas, las capacidades compositivas. Por lo laberíntico y maduro de ambas obras. Claro que Soundgarden estaban en su momento de ir a por todas en una era en la que ir a por todas tenía sentido. Sin embargo, Liher lo ha logrado aparentemente antes de tiempo y fuera de un contexto que pueda devolverles su titánico esfuerzo. “Hemen Herensugeak Daude” es un disco notable con visos de sobresaliente en el que irremediablemente hay que entrar, aunque cueste, porque una vez dentro nadie quiere salir. Porque una vez en su interior resulta complicado no volver a escucharlo una y otra vez. La pregunta, más en la mente de un fan impaciente y ansioso, es qué será capaz de ofrecer la banda en el futuro si con este, su tercer disco de estudio, ya han tocado el cielo al menos en lo creativo.



 


9. BEST COAST “Always Tomorrow”


"En “Always Tomorrow”, Cosentino y su socio, Bobb Bruno, rompen con el discurso unidireccional de surf rock lo fi de sus tres primeros discos y se esfuerzan en ofrecer una propuesta con nuevas e interesantes aristas. Cosentino escribe mejor y canta más y más acertadamente. Sus melódicas interposiciones de capas sedosas funcionan como de costumbre pero gracias a unas melodías más efectivas alcanzan una nueva dimensión". (25 de marzo de 2020)

 



 

8. KVELERTAK “Splid”


"Su cuarto disco “Splid”, el primero con Ivar Nikolaisen a las voces, encierra una paradoja: tras el intento fallido que supuso “Nattesferd” por abrir mercado acercando su sonido al hard rock festivo de los 80, en su nueva entrega de estudio vuelven a contemplar su propio legado y la actualidad para crear un disco de auténtico rock n’ roll con mayúsculas". (16 de febrero de 2020)

 




7.     LAURA MARLING "Songs for our Daughter"


Otro disco mágico de la cantautora británica. Y van un puñado en más de una década. Pocos sitios mejores para el cobijo, la introspección y el descanso que cualquier disco de Marling.


 




6.     FIONA APPLE “FETCH THE BOLT CUTTERS”



La pregunta que me hago cada vez que escucho este "Fetch the Bolt Cutters" de Fiona Apple es siempre la misma: ¿Tiene Apple tanto talento como intenta transmitir? De acuerdo, este viaje hacia la locura y la estridencia concertada no es nuevo. De hecho, salvo el inicial "Tidal" no hay ningún álbum de Fiona Apple que escape a la experimentación y la locura. Disfrutando de toda su discografía siempre he sido de los que se estancan con lo rugoso y se rinden ante lo tierno. Esto es, soy de los que se quedaron en "Tidal" y ya empezaron a sufrir con "When the Pawn" aunque el drama no se disparase hasta su siguiente obra. Lo cierto es que "Fetch the Bolt Cutters" es un disco sobresaliente al que se le pueden poner pocas pegas. Todas las mías vienen por ser fan de Apple desde sus inicios y por mendigar algo de aquello tan bonito que se quedó en el camino. Problemas de fan y de zonas de confort.






5.     YVES TUMOR “Heaven To A Tortured Mind”



Gospel y soul extraterrestre para el nuevo mundo. Yves Tumor es una suerte de Prince etéreo sin ningún temor a la experimentación y con buen gusto por la melodía. ¿Veis? Justo lo que no me gusta de lo que se supone que hace Fionna Apple en Fiona Apple es lo que me gusta de Yves Tumor en Yves Tumor. El ímpetu transgresor de Tumor me resulta convincente y la forma en la que equilibra las aristas con emocionantes líneas melódicas me resulta épica. Por cierto, la espectacular "Kerosene!" es uno de las canciones del año. 






4.     IKARASS “Relapse Into Desolation”



El post metal oscuro y denso tiene nuevos maestros en Euskal Herria. Ikarass nacen de una aparente nada para conformar uno de los mejores discos de este 2020. Claras referencias a Cult Of Luna o Isis en un debut que lo tiene todo y todo en su sitio. Ikarass son una nueva muestra del poder regenerador de nuestra escena. 





3.     OKI MOKI “Working Class Pop”


"25 minutos y 16 segundos de puro éxtasis ante los que no cabe otra cosa que agradecer que Oki Moki hayan querido compartir “Working Class Pop” con la humanidad. En la medida que la nueva normalidad lo haga posible es una de las bandas que hay que ver en directo para cazarlos en su momento. Aunque sinceramente, que su momento dure mucho". (15 de junio de 2020)





2.     VIVA BELGRADO “Bellavista”



"“Bellavista”, la nueva obra del cuarteto cordobés Viva Belgrado, resulta la banda sonora perfecta para esta perversa pauta que se repite a nuestro alrededor desde el comienzo de los tiempos. Es, a su vez, muchas otras cosas. La autobiografía de un fracaso mal calculado ya que no llega a producirse: “Bellavista” es una obra redonda, tortuosa en lo emocional pese a estar escrita con un lenguaje sensiblemente diferente al utilizado hasta ahora. También es la crónica de un falso intento de suicidio. La posibilidad de que lo que escuchamos podía haberse quedado por el camino sobrevuela cada estrofa. El dramatismo y la tensión aparecen bajo nuevos postulados. Menos viscerales, quizá, pero igual de importantes en la narrativa interna de la obra de Viva Belgrado". (27 de mayo de 2020)






1.     PHOEBE BRIDGERS “Punisher”

 

Sí, he pensado en poner aquí un gif mío encogiéndome de hombros y pidiendo comprensión. ¿Qué otra cosa podría hacer aparte de poner este disco como el mejor de los que se han publicado hasta este julio de 2020? Con la totalmente desinteresada campaña que estoy orquestando desde las sombras era previsible. Pero lo cierto es que "Punisher", el segundo trabajo de Phoebe Bridgers, es un disco superlativo. Una explosión de ternura y oscuridad repartida por diez composiciones que oscilan entre el pop amable y el folk independiente más opaco e introspectivo. En un principio es posible que entren mejor las composiciones que se acercan con más valentía al pop con mayúsculas. "Kyoto", "Chinese Satellite", "ICU" y "I Know the End". Especialmente esta última, la canción crepuscular y expiatoria del año con Bridgers divagando sobre la nostalgia y el fin del mundo. Posteriormente, la zona abisal de "Punisher" te acabará atrapando en un puñado de composiciones entrelazadas con la tristeza y la pérdida como principal motor. "Garden Song", "Punisher" como particular homenaje a Elliott Smith, "Halloween" y "Graceland Too" son las joyas perdidas en la oscuridad. Aunque, de cualquier forma, la magia y la belleza están ahí para que las disfrutes. 





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