THE WIZARDS Hijos de la tumba.




"No puedes interesarle a nadie si lo 
que haces no te parece interesante".




Cuando uno contempla a The Wizards de cerca tiene la sensación de que algo va a ocurrir con ellos, como si eso que en el mundo anglosajón viene a llamarse "the next big thing" fuera con ellos. Junto a Quaoar, HighLights, Last Fair Deal y algunos otros completan un repoker de lujo dentro de la escena rockera vizcaina. La mezcla de personalidades, edades y diferentes niveles de templanza en el seno de Wizards puede parecer un handicap, a priori. Pero vistos sobre un escenario, sorprende la precisión con la que encajan todas las piezas del puzle. En directo las diferentes personalidades que componen el quinteto se retroalimentan, se unen y crecen. Con un bagaje corto pero intenso, los vizcainos han ganado el Villa de Bilbao metálico y han grabado su primer larga duración, "The Wizards", en menos de dos años. El próximo sábado 4 de abril presentan su debú en el Kafe Antzokia de Bilbao junto a Sex Museum. Una noche perfecta para dos bandas que tienen en el directo su hábitat natural. 



THE WIZARDS
The Wizards

The Wizards van con el acelerador pisado a fondo. A toda velocidad. Fulgurantes. Van muy rápido pero de una forma muy efectiva. La determinación resulta vital en sus dos años de existencia. Nacimiento y casi seguido la grabación de una primera demo titulada "Plagues". Gracias a ella se plantan en la final del Villa de Bilbao en su sección metálica. Y la ganan. Con sorpendente celeridad, publican su primer larga duración, "The Wizards". La química que desprende es uno de sus principales activos. También su ética de trabajo y la confluencia de inercias.

"The Wizards" recoge casi todo lo que la banda del Gran Bilbao es a día de hoy. Un quinteto enamorado de las guitarras pesadas de Tommy Iommi, de la herencia Pentagram y, por extensión, del oscuro universo de Danzig. También miran de reojo a la suciedad del punk y la contundencia del hardcore. Con facilidad para crear canciones que funcionan bajo un discurso simple y sin demasiados aspavientos. Con el valor que ello conlleva. En un momento en el que lo progresivo se ha convertido en algo cotidiano, The Wizards buscan un esquema de canción puro. Y lo hacen con eficacia. "Gravepisser", "Cimmerian Lard", "Misty Day", "Saviours" o "Serpent Mind Blowin'" son buenas muestras de su habilidad cancionera.

Esa capacidad compositiva se ve reforzada por las guitarras de Jorge, sobre quien recae el peso del sonido. La compenetración entre Jorge y Felipe, el otro guitarra, dota al sonido Wizards de dinamismo. También destaca la garganta de Ina, un hijo bastardo de Glenn Danzig con alma de vikingo. Y la sección rítmica conformada por Eneko y David, precisa, densa, demoledora. 

El único pero de "The Wizards", si es que es un pero, es que, de momento, su versión en directo es superior a su versión en estudio. En directo sorprende su capacidad para crecer y llegar a ser grandes. Como se expanden dentro de una misma canción resulta algo maravilloso. No han conseguido trasladar esa sensación al estudio al 100%.

"The Wizards" es un buen disco con buenas composiciones y con ninguna objeción posible. Es un primer disco certero y con el poso suficiente para que la banda mantenga el reto de superarse en el futuro. Esperemos que ese futuro sea próximo.


Ina Suárez voz
Jorge González guitarra
Felipe Sobrado guitarra
Eneko García bajo
David Aranda batería


Apirilak 4
+ Sex Museum
KAFE ANTZOKIA
Bilbo

Apirilak 11
+ Los Zoketes (versiones de Zeke)
Villarcayo

Apirilak 24 
+ Misty Grey
XURRUT
Gorliz

Maiatzak 1
+ Red Oblivion
AZKENA
Bilbao

Maiatzak 8
Burgos

Maiatzak 15
+ Horisont
DOKA
Donostia

Maiatzak 30
Santander











¿Corre el peligro The Wizards de convertirse en un proyecto preferente para sus miembros?
Ya lo es. Por diferentes circunstancias ya lo es. Tenemos otras bandas pero están en un perfil bajo de actividad o son proyectos capitales de otros músicos, no tanto nuestros. Esta es nuestra banda ahora y por ella trabajamos.

¿Forma The Wizards parte de un plan de fuga?
No. Empezó siendo una simple idea. Un comentario de bar. Y poco a poco fue creciendo hasta convertirse en algo más importante. Tuvimos la suerte de encontrarnos cinco personas con cosas en común. Y básicamente nos lo pasamos muy bien. Hemos conseguido cogerle el punto al trabajo que hacemos. No le damos demasiada importancia pero cuando hay que apretar apretamos.

En poco tiempo estáis haciendo muchas cosas.
Demasiadas. Ha sido un año potente. Pero también ha sido algo muy natural de lo que puede que todavía no seamos conscientes. Primero nos juntamos en el local. Hicimos unas canciones. Las presentamos en Grabasonic. De repente en unos meses, estábamos en la final del Villa. La cosa es que el primero objetivo era sacar el dinero necesario para pagar el local. Y como nos gusta tocar pues hemos aprovechado. Tuvimos la suerte de poder grabar la maqueta gracias a Ivan de Grabasonic. Con “Plagues” teníamos una carta de presentación y nos llevó a la final del Villa. Fue reseñada en Mondo Sonoro y ni siquiera habíamos tocado todavía.



En uno de los primeros números de Erocka, Funny Roman Numbers vinieron a decir que era relativamente fácil crear una banda nueva y gustar. Que lo difícil era perdurar y seguir gustando.

Ese es el reto ahora mismo. Después de todo lo que ha pasado en poco tiempo hay que intentar que la máquina siga rodando. Seguir haciendo lo mismo que hasta hora. Seguir tocando con regularidad. Y si podemos, grabar unos temas en verano. Publicar algo todos los años. Intentar mantener el interés tanto para el público como para nosotros. No puedes interesarle a nadie si lo que haces no te parece interesante.

Siguiendo con reflexiones que han salido de las entrevistas de Erocka, Sergio, de HighLights, comentó que “Una influencia empieza cuando algo te gusta y termina cuando no es aplicable a tu banda”.
Somos cinco. Somos muchos. Es muy variado el tema de las influencias. Nuestra intención era partir del sonido del “My war” de Black Flag y llevarlo al terreno de Black Sabbath. Mantener el el frescor punk y el sonido heavy rock.

¿Qué influencias son aplicables a The Wizards?
Llegan riffs al local. No nos importa si son de un estilo o de otro. Los trabajamos y visto el resultado es cierto que va coincidiendo todo dentro de una misma línea. No planeamos movernos por unas influencias o marcarnos fronteras. Está claro que nos acercamos a los primeros de Black Sabbath, Pentagram o a bandas más actuales. Con un esquema de canción bastante directo. Porque las canciones como tales son muy importantes para nosotros.


Clip oficial de "Cimmerian Lard"


¿Los ensayos se plantean en función de los directos que haya en el horizonte o se trata de mantener la intensidad?

Mínimo vamos un par de días a la semana al local y nos tiramos allí un par de horas. Los días que hay concierto tocamos el set list una o dos veces. En un día normal tratamos de desarrollar riffs y de componer. Más o menos siempre es igual en cuanto a intensidad, lo que cambia es el repertorio que ensayamos.

¿Y los directos? ¿Tratáis de llevarlo todo controlado y llevar la iniciativa o es algo que depende de cada concierto y de lo que os devuelva el público?
Siempre es cosa nuestra. Puede que vayas a un sitio a tocar y que la gente no te haga caso o que directamente no haya nadie pero a nosotros no nos afecta. Nuestra ejecución es la misma. Sudar en el escenario, meter caña y defender nuestro repertorio. Y claro, pasarlo bien. A una posición adversa no puedes añadirle una mala actitud tuya, desde luego.

¿Puede haberse dado el caso de que uno de vuestros mejores conciertos haya sido ante poquísima gente?
Sí.

¿Cómo lo tenéis para tocar? ¿Hay que buscar mucho?
Últimamente estamos teniendo mucha suerte porque nos están llamando. Pero para salir fuera de Bizkaia o de Euskal Herria sí que está más jodido y hay que buscarse la vida. Es cierto que acabamos de empezar y que tenemos que buscarnos la vida. Aquí el boca a boca nos ha ayudado mucho.









¿Cómo fue la experiencia del Villa de Bilbao?

Una sorpresa. Primero porque nos eligieron para tocar. Obviamente cuando mandas la maqueta la mandas pensando que es posible que te cojan. Que tienes posibilidades. Así que cuando vimos que nos habían seleccionado fue algo muy positivo porque acabábamos de empezar. Llegó la semifinal y no dimos el mejor concierto de nuestra corta historia. Ni mucho menos. Pero nos clasificamos. Y en la final tampoco fue nuestro mejor bolo. No esperábamos ganar. Pero ganamos.

HighLights...
Una bandaza. Son amigos. Nos encanta lo que hacen. La primera vez que los vimos pensamos que hacía falta una banda como ellos en nuestra escena. Ha sido una suerte compartir parte del camino con ellos.

¿Cómo fue la grabación?
Grabamos bajos baterías y guitarras rítmicas todos a la vez y después añadimos voz y arreglos de guitarra. En la maqueta lo hicimos así y nos sentimos a gusto así que volvimos a repetir. Lo grabamos con Martín Guevara, de Cápsula, en su estudio de Bilbo en una semana. La mezcla se la pasamos a Mikel Biffs, de Safety Pins, que es nuestro técnico en los directos.




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