Halsey “(Manic)”

Expectativas no cumplidas

La espera al nuevo disco de Halsey llegó a ser emocionante por momentos. Los adelantos,
capitaneados por “Graveyard” hacían presagiar un notable disco de pop. Halsey se paseó por
casi todos los platós de las televisiones estadounidenses mostrando un buen control del escenario y
del tempo promocional. Cada versión de “Graveyard” parecía mejor que la anterior. “You
should be sad”, al menos hasta que llegó su correspondiente vergonzoso videoclip, también
apuntaba a un muy buen resultado final. Sin embargo, toda esta ilusión se vio truncada al
escuchar “(Manic)” al completo. En su tercer disco de estudio la artista de New Jersey parece
sufrir aquel síndrome tan común en los discos editados durante la bonanza de la industria
discográfica a principios de siglo: hay tres o cuatro singles potenciales interesantes y
destacables acompañados de paladas de relleno sin demasiado recorrido. El conjunto queda
deslavazado e inconexo y cuesta cogerle el pulso. La causa apuntó tan alto que el efecto se
convirtió en un boomerang.