El principio de la maldad encarnada (#1994Musikan)

 


1994 fue un año histórico para el black metal. Todos los pesos pesados del género, excepto Immortal, publicaron disco, en muchos casos el mejor de su carrera. Resulta curioso que el año lo inaugurase una banda inglesa que parecía salir de la nada para abrazar el sonido black metal desde un prisma mucho más orquestal y sinfónico. El primer disco grande de Cradle Of Filth, The Principle of Evil Made Flesh, no es exactamente black metal tal y como se entendía en Noruega, pero es indudable que tiene un peso importante en la historia. La banda nacida en Suffolk y manejada a su antojo por Dani Filth creó un sonido personal cargado de imaginería vampírica y gótica, repleta de sintetizadores y pasajes instrumentales oscuros. Era un black metal mucho menos vital y más estándar que el de los noruegos pero no por ello menos furibundo y terrorífico por momentos. Aquí no había naturaleza y se entendía la puesta en escena y el lenguaje como un juego. No obstante, Cradle Of Filth poseía una habilidad interesante a la hora de construir melodías. The Principle of Evil Made Flesh es un disco hábil en lo melódico y digerible en lo instrumental, con una gran carga épica. Pero en realidad, fue el único ejercicio digno de mención si nos referimos a black metal. Posteriormente su carrera solo ha buscado rentabilizar su puesta en escena. Su siguiente disco, Dusk and her Embarace, era ya un compendio de power metal, sintetizadores y algún arranque con regusto black. Un trabajo interesante, sin duda, pero el canto de cisne creativo de una banda que sobrevive hasta nuestros días.

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