9 LOQUILLO Y TROGLODITAS Los años convulsos (1981-2008)


La gira introduce a Guille Martín como guitarrista, un músico de experiencia proveniente de la banda Desperados, además de haber tocado con Calamaro y Ariel Rot en Los Rodríguez, y con La Frontera o Jaime Urrutia. Sin embargo, a finales de año Martín es ingresado con un tumor en el pulmón, debiendo cancelar una parte de la gira. Pegenaute les ayuda a terminar con los conciertos cerrados, y los Trogloditas esperan a Guille para, cuando se recupere, abordar un nuevo proyecto: un disco en directo que recoja los 30 años de trayectoria troglodita. El primer disco que escuché de ellos tras visionar el documental.

Por el camino, diversos desencuentros hacen que se prescinda también de Jordi Vila y Sergio Fecé. Entran a la banda más músicos profesionales, mientras Stinus se incorpora como guitarrista de apoyo, comenzando los ensayos y la selección del repertorio. Se va imponiendo la idea de hacer dos conciertos, uno de carácter más intimista, con poco público, y otro, más rockero y multitudinario. El concierto multitudinario tuvo lugar en el BEC de Barakaldo el 5 de noviembre de 2005, y los de aforo reducido en La Rulot, de Barcelona, los días 22 y 23 de octubre de ese mismo año. En paralelo, Loquillo y Sabino se reconcilian, tras más de quince años de distanciamiento, por mediación de un amigo común y con la excusa del guión para hacer la película basada en la novela de Sabino "Corre Rocker" (Espasa Calpe, 2000). Curiosamente, ese es el libro que abrió un abismo entre ellos.

"Hermanos de Sangre" (DRO, 2006) se publica en formato de dos compactos más dos DVD, uno en color, el de Barakaldo, y uno en blanco y negro, el de Barcelona. En los conciertos de Barakaldo colabora Fito en "Luché contra la ley" y Sabino Méndez en sus dos clásicos más emblemáticos, "Cadillac Solitario" y "Rock & roll Star". En La Rulot, es Gabriel Sopeña quien se une a Los Trogloditas. Es un momento mítico para la banda, que pone un broche de oro a su legado, y es de visionado obligatorio para todos los viejos fans, aunque ya sólo quedaba como miembro original Simón Ramírez. Guille Martín, que fallecería pocos meses después, estaba ya débil en aquel concierto, pero verle es un placer porque es de esa clase de músicos como Pepe Risi o Juanjo Pizarro de Dogo y los Mercenarios, Reincidentes y Pata Negra. Los perros viejos que lo llevaban en la sangre.

Con la muerte de Martín, Loquillo vio que había el momento de cerrar la etapa Trogloditas. Negoció el fin de la banda con Josep Simón, propietario del nombre de la banda, y Los Trogloditas se despidieron ese año 2007, teloneando a The Who en mayo en Barakaldo y a The Rolling Stones en junio en El Ejido, Barcelona y Madrid. Para estos últimos conciertos, Loquillo llamó a Sabino Méndez, cerrando el círculo y pasando a ser artista en solitario. Ahí finaliza el documental y ahí acaba la historia de los Trogloditas. De inmediato llegó el homenaje a uno de sus locales favoritos en Madrid, que había cerrado sus puertas. Balmoral (DRO, 2008) es un buen trabajo de sonido y producción deliciosas, con un Loquillo reinventado, juntando todas sus facetas (el crooner, el cantautor, el rockero, el adaptador de poesía) en un solo álbum, dándose el lujo de cantar con Johnny Hallyday una preciosa “Cruzando el paraíso”, canción perteneciente al catálogo del rockero francés.

Vuelvo a escucharles de cuando en cuando. Cojo el coche y pongo a Loquillo y Trogloditas. Vuelve a rugir el Loco, y casi puedo verle sonreír con esa dentadura en la que faltan piezas. Vila sigue con la mirada perdida en el infinito, la pegada intacta, perfectamente acompasado con Simón. Fecé da el colchón y Puigdomenech la pausa y el estilo, mientras Tacker se desliza por su Fender y aparecen esas historias de viejos camaradas, sin medias tintas, a corazón abierto, esas declaraciones de principios, esos gestos imperceptibles de los que estuvieron allí e hicieron aquello. Busco mis Ray Ban en algún compartimento debajo del salpicadero, sin hacer caso a los anuncios patrocinados por algún Ministerio que me dicen que eso es peligroso. Pienso y canto y grito y me censuran, me posiciono y me caigo y me vuelvo a levantar. Porque cuando escucho a Loquillo y Trogloditas, vuelven a ser MI BANDA DE ROCK AND ROLL.


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Comentarios

  1. Empecé a escuchar a Loquillo y Trogloditas con 15 años. Hoy tengo 50. Han sido siempre y serán mi banda de Rock and Roll. Y también he seguido y sigo la carrera del Loco. Ha habido cosas que me han interesado más y otras menos. Ahora mismo disfruto su último trabajo, Diario de una tregua, me parece un discazo

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