OSSO. Equilibrio animal.



"Seguimos una línea recta que no sabemos donde acabará".

El rock sigue transitando por una veloz autopista hacia la democratización de sus medios, sus fines, sus principios y su razón de existir. El último paso, quizá no nuevo del todo pero sí novedoso en los últimos dos años, no lo realiza la industria intentando ajustarse a la realidad torpemente, ni internet con su poder transformador/destructivo. Esta vez son las bandas las que buscan nuevas vías que simplifiquen su apuesta. Las duocracias en el rock se potencian como unidades más ágiles y efectivas frente al grupo. Encontrarse cómodo y entenderse es clave para avanzar en una idea común. Hace un mes Tutan Come On pasaban por las páginas de Erocka. Hoy es el turno de OSSO, la balanza que sitúa en un extremo a Serge (Eraso) y en el otro a Lekter (Cobra). Una balanza asentada en intuiciones viscerales. Con una animalidad latente. Basada en una idea primitiva que busca que el menos, sea más. 



Básico expandido

http://osso.bandcamp.com/releases

"Paraxuta" no es un disco fácil. Será el oyente el que tenga que buscar el equilibrio entre el disfrute y la voluntad propia, como siempre. Pero hay que poner por delante que el disco está ahí, lo tiene. No requiere fe y sudor, requiere escucharlo a fondo, meterse en él y dejarse llevar por las pistas que alumbran Serge y Lekter. 

Es un disco austero y seco. Pero solo de entrada. Luego las melodías, los ecos, van calando con un goteo lento pero incesante. Es como si el oyente se colocase en la mitad de una sala a oscuras y esperase a que ocurriese algo. Parece que no ocurre nada pero una vez encendida la luz, una tela de araña tejida con mimo y esmero inmoviliza los movimientos, los adormece como si despidiese algún tipo de narcótico.

Porque "Paraxuta" crece. Busca los huecos y los rellena. Desde un planteamiento unitario y simple logra alcanzar casi hasta donde alcanza la vista. Se expande.

Las coordenadas son las presumibles tratándose de miembros de Eraso y Cobra aunque con menos revoluciones y menos potentes. Existe el rock duro con un marcado matiz alternativo pero el metal apenas alcanza más allá de los riffs pesados de la guitarra de Serge. No son los instrumentos, guitarra y batería, los elementos capitales de la música de OSSO. El papel estelar se lo llevan las armonías vocales. Quizá no espectaculares o virtuosas pero sí imaginativas y efectivas. En continuo equilibrio y compenetración. Tratándose de un dúo, la simbiosis vocal se potencia con elegancia.
 
En líneas generales los temas se mueven por un dramatismo melódico y contenido. Puro. Sin atmósferas ni artificios pero con cinceladas que se quedan marcadas en el cerebro. 

Con un resultado bastante compacto destacan la inicial "Galtzaileak jaiotzez", la juguetona "Hiltzen bagaituzte hobe" y la afilada "Berandu baino lehen". "Gutxi honekin" resulta un bonito crescendo que nace tranquilo pero muere agitado. "Babesean" y "Paraxuta" parecen un cálido homenaje al grunge más guitarrero con unas armonías vocales acertadas. "Udazken Negua" pone un punto y final brillante y emotivo.

"Paraxuta" es un buen debú que parte de un planteamiento humilde pero apto para su crecimiento. No derrocha ni gasta de más. Apuesta por cuestiones fijas y básicas y lo hace de forma acertada. Su idea de el menos es más, de hacer más con menos, encuentra una buena salida en las composiciones de "Paraxuta".  


7.6


Lekter: Voz y batería.
Serge: Voz y guitarra.


PROXIMOS CONCIERTOS:

6 marzo
PLATERUENA. 
Durango.
7 marzo
KAFE ANTZOKIA. 
Bilbo.
21 marzo
GAZTETXEA. 
Oñati.

27 marzo
MATADERO. 
Azkoiti.

28 marzo
BUKOWSKI. 
Donostia.

14 abril
PARRAL. 
Gasteiz.

17 abril
BONBERENEA. 
Tolosa.



Erocka: ¿Llega a resultar pesado que os pregunten que por qué un dúo?
Tampoco hemos dado tantas entrevistas así que de momento pesado tampoco está resultando. Lo del dúo era algo que teníamos en mente desde hace tiempo porque pensábamos que jugando con lo del menos es más se podría llegar a hacer no todo pero casi todo. La comodidad que nos da el dúo es impresionante. La música es distinta, coge otros matices, al no haber un bajo real, otra mano, la perspectiva que coges de la música es diferente. Te sales un poco de lo establecido pero sin dejar de hacer rock. Porque al final es rock. En el rock puedes ir por cualquier calle y encontrarte al final. A la hora de componer, al tener menos elementos tienes que intentar crear de otra manera. El chip cambia un poco. También es un reto para los dos. Nunca lo habíamos hecho antes y estamos contentos con el resultado.

Tutan Come On nos dijeron en el número 2 de Erocka que el material que mueve un dúo para el directo es similar al que mueve un trío o un cuarteto ¿Lo veis igual?
Sí, porque al fin y al cabo vamos a llevar una batería, un amplificador de bajo y otro de guitarra. El planteamiento en cuanto a los instrumentos es de un trío pero en el escenario obviamente somos dos.

¿Es en lo político, en la toma de decisiones, donde más trecho se acorta respecto a una banda convencional?
El quórum es mucho más sencillo y con decir me gusta/no me gusta, vale. Su parte complicada es que podemos empatar pero de momento no nos ha pasado. En cierto modo venimos de la misma escuela, compartimos gustos y una visión sobre lo que es la música y eso provoca que no choquemos demasiado. De hecho, si no hubiera sido así no hubiese surgido OSSO. Desde el comienzo el quórum es rápido y completo. 

¿Como guitarrista supone un reto pensar de una forma más rítmica?
No. Al final los riffs están ahí para ti y la forma que tenemos de crear ha sido similar en todas las bandas en las que hemos estado. Partimos de un riff y construimos alrededor. El hecho de que no haya un bajo y que puedas quitar las manos de la guitarra y cantar quizá lo vuelve algo más complicado de lo normal pero no lo vemos como un reto.


Foto: Josu Torrealday


¿Para un batería existen cambios sustanciales en una banda sin bajo?
Tampoco. A la hora de tocar la batería sobre todo se trata de apoyar y llevar el peso del tema. Más que diferencias a la hora de tocar lo que existe es una necesidad a la hora de visualizar la canción y comprobar que con los elementos que tenemos somos capaces de llenarla.  Creo que eso es lo que hacemos, trabajamos hasta encontrar un punto en el que las canciones se sujeten gracias a lo que somos.

¿Son también las letras producto de un acuerdo democrático o a alguno de los dos se le da mejor que al otro?
Esto es un acuerdo constante. Curramos los dos quizá cada uno a su manera pero siempre terminamos juntándonos para hacer letras, para tocar... Hemos pasado muchas noches hasta las tantas, sobre todo los viernes, ensayando o escribiendo canciones, pensando, hablando, compartiendo tiempo como banda. Estar en un grupo no es solo tocar, hay muchas cosas detrás y esas cosas también hay que alimentarlas. Las letras funcionan un poco con ideas de cada uno, luego las ponemos en común, vamos metiendo melodías según nos vienen, las grabamos, intentamos encajar las letras en esas melodías... Ha sido un trabajo muy productivo. En poco tiempo pero ha sido muy denso.

¿De dónde viene OSSO, el nombre?
En principio nosotros habíamos pensado en Oso con una s. Del euskara, muy. La cuestión es que como nos encanta tocar,  disfrutamos mucho y sacamos todo lo que tenemos dentro cuando estamos tocando nos resulta algo animal. Es algo que nos sale de las entrañas y nos sentimos como animales. Así que pensamos en un animal y nos vino a la cabeza el oso. Grande y con mucho poder. En euskara oso es muy y como nos sentimos muy animales se convertía en un juego con la palabra. Le añadimos una s más porque somos dos y porque como el resultado era un palíndromo cerraba un poco el círculo. Al final todo es par.





Foto: Josu Torrelday


¿De dónde surge la idea de formar la banda? 
Nos conocemos desde hace muchos años y la idea de compartir algún día un proyecto común siempre había estado ahí. Al principio ni siquiera pensábamos en el escenario, se trataba de ensayar en el local y disfrutar. Serge llevaba toda la vida tocando con la misma gente y quería probar con gente nueva y tocar con Lete era una idea agradable. Ha sido algo que ha surgido de una forma muy natural. Queríamos compartir y simplemente tocar. Al final la cosa avanzó porque lográbamos canciones, riffs y cosas y pensábamos que eran publicables. La verdad es que hemos empezado y no hemos podido parar.

¿Con qué pretensión?
Al principio con ninguna y ahora tampoco es que tengamos muchas más que tocar y disfrutar en el escenario. Sudar y dejarnos todo lo malo que llevamos dentro. En un principio se trataba de tocar juntos los viernes por la noche y pasar un buen rato. Luego pues la cosa avanzó, grabamos, empezamos a tocar en directo.... seguimos una línea recta que no sabemos donde acabará.

¿Es Osso un lugar común o un punto de encuentro entre Eraso y Cobra? ¿O es directamente un paisaje  inexplorado por vosotros hasta ahora?
Es inexplorado. Siempre queda algún ramalazo porque al fin y al cabo somos las mismas personas y aportamos lo que aportamos. Tampoco queríamos hacer algo como Eraso o Cobra porque no tendría mucho sentido. Para hacer lo mismo tenemos nuestras bandas. No sabemos si hemos conseguido distanciarnos mucho o poco pero sí creemos que hemos probado cosas diferentes. En líneas generales hemos intentado cantar más limpio sin romper tanto la voz, hemos jugado mucho con las voces porque al fin y al cabo se ha juntado el hambre con las ganas de comer. Ambos somos cantantes pero ambos somos músicos y teníamos claro que teníamos que unir todo. El hecho de que los dos cantásemos era un recurso a nuestro favor que teníamos que aprovechar. 

¿Es una vía de escape?
Es una maleta más en tu vida. Va con nosotros. La vía de escape en realidad es la música, no Osso. No huimos de nada. No se trata de estar harto de algo se trata de hacer lo que nos apetece.

Vosotros que en cierto modo vivisteis la situación previa a internet y el formato físico en la música, ¿Cómo veis la situación actual? ¿Spotify/Bandcamp son puentes hacia otra realidad por llegar o son ya una realidad en sí mismos?
Hay muchas realidades hoy en día. El tema del formato es una locura. No sabes si te merece la pena sacar un cedé o si colgarlo en internet para que se lo baje la gente. Es algo que está muy poco definido en los últimos años. Creemos que todos intentamos abarcar todo lo que podemos para llegar al mayor número posible de gente. Puede que sea una realidad pero no creo que tengamos claro hacia donde va. Cada año, cada poco tiempo van cambiando las cosas. Lo hemos vivido todo, desde el formato físico hasta ahora. De hecho ahora hay muchas bandas que no piensan en el formato físico. Estamos un poco en tierra de nadie, en un terreno pantanoso.

¿Es Osso perfectamente exportable al directo?
Totalmente porque el planteamiento es ese, que todo lo que sale en el disco sea posible llevarlo al directo. No hemos grabado ninguna cosa que luego no pueda hacerse en directo.  Queríamos algo crudo y sin artificios. Crudo es la palabra. Es lo que se va a encontrar el oyente con Osso.

¿Cuáles son los tres dúos de guitarra/batería que más os gustan?
Nos gustan White Stripes de toda la vida. Era atractivo que con tan poco ofreciesen tanto. Royal Blood han hecho un disco bastante interesante. Se escucha demasiado fácil, lo escuchas con ansia y luego ya ni te apetece escucharlo. Bandas de aquí como Gora Japon, Tutan Come On y Niña Coyote eta Chico Tornado también son muy interesantes. Two Gallants también nos gustan. Japandroids son la hostia. 


Foto: Josu Torrealday.



Comentarios