VILLA DE BILBAO. METAL. Todo listo para la gran final. Viernes 13. 20 horas. Bilborock.



Apenas quedan 48 horas para la gran final del Villa de Bilbao metálico. Pese a que este año no se ha vuelto a tener pleno de finalistas vizcaínos, The Flying Scarecrow y Niketz representarán a nuestra escena en el desenlace de la edición número 27 del certamen bilbaíno. Los polacos Manipulation cierran el cartel. Tres bandas, treinta minutos, ilusiones, sudor y metal en Bilborock. Eso es el Villa de Bilbao. 


El viernes a las ocho de la tarde tres bandas mostrarán sus sueños sobre las tablas de Bilborock. Lo harán en busca de un premio metálico pero seguramente también buscando un reconocimiento complicado de recibir bajo el actual estado de las cosas. El escenario de La Merced tiende a ser cruel en días como este pero resulta apasionante ver como las bandas superan la adversidad y las posibilidades de fallo y fracaso con más toneladas de ilusión. Y de trabajo. En 2014 la final metálica del Villa fue histórica porque recogía tres propuestas salidas de la vieja Bizkaia. Tres bandas con muchas posibilidades de haber ganado en muchas otras ediciones y, en el caso de HighLights y Wizards, conformando una dupla extraordinaria quizá solo igualada por la formada por Quaoar y Neila unos pocos años antes.

En 2015, en la edición número 27, la final no será íntegramente vizcaína pero sí que tendrá dos representantes locales. The Flying Scarecrow y Niketz buscarán la gloria desde los alrededores de Bilbao. Polonia pone la tercera banda, con los death metaleros Manipulation. Curioso el caso de las dos formaciones vizcaínas que llegaron al concurso en el cuarto concierto de la serie de cinco y casi que desde sus primeros acordes olían a finalistas. Incluso a ganadores. Manipulation, por su parte, abrió junto con Dysnomia y Rise To Fall como invitados especiales y han sido, tras los dos vizcaínos, los más regulares del certamen.

Las quinielas dicen, o deberían decir, que The Flying Scarecrow son los principales favoritos pese a que la final muestra tres piezas de calidad manejando propuestas dispares. Niketz seguro que no fallarán y estarán ahí pase lo que pase. Manipulation debería hacer de su regularidad su arma para dar la sorpresa. Pese a todo, Bilborock, el jurado, el público, las bandas, el Villa, en definitiva, decide. No sería la primera ocasión en la que las sorpresas ocurren. Porque en el Villa, al menos en su sección metálica, cabe esperar lo inesperado.


The Flying Scarecrow



Potente supergrupo formado por componentes de diferentes bandas de la escena metalera vizcaína. Canta y parece que dirige Aimar, de No Drama. A la guitarra lo acompañan nada más y nada menos que Dan Hoyos, que ya pasó por el Villa metálico de la mano de Space Octopus, y Hugo, de Rise To Fall. Asis, al bajo, y Xabi, batería, cierran la sección rítmica al igual que lo hacen en Rise To Fall. Su actuación en la ronda clasificatoria fue entre notable y sobresaliente. Con la formación que mantienen en la actualidad, no cabe fallar y ellos simplemente no lo hicieron. Brillaron en todo momento gracias a una suerte de metal alternativo cargado de potencia y melodía. Con un trabajo de guitarras brutal y con una sección rítmica espectacular. Un par de temas las bastó para demostrar que este año la cosa va de The Flying Scarecrow. Si el destino no les traiciona, ellos deberían ser campeones. Quizá les pese lo que les hace fuertes: son un supergrupo y la formación actual puede ser sospechosa. ¿Cuánto perdurará en el tiempo más allá del Villa?




The Flying Scarecrow. Clasificatoria.



Niketz


El trío de Etxebarri tampoco necesitó de demasiado tiempo para demostrar que merecían un hueco en la final. Su actuación fue compacta y demostraron ser unos jóvenes veteranos sobre el escenario de Bilborock. Si bien comenzaron musicalmente siendo más ásperos, en algún lugar entre el hardcore y el rock alternativo, han ido asentando su discurso dentro de un conglomerado que respeta el rock, el metal y el hardcore contemporaneo con buen gusto por las melodías. Quizá en ocasiones más que rozar a Berri Txarrak directamente friccionan con el legado del trío de Lekunberri y esa puede ser su única pega. En la final del viernes serán los que seguro que no fallan. Si alguien lo hace, los de Etxebarri estarán listos para recoger el testigo.


Niketz. Clasificatoria.



Manipulation


El combo polaco de death metal prometía más de lo que ofreció en su directo clasificatorio pero pese a todo estuvo a la altura y logró hacerse con un puesto en la final del Villa Metálico. No consiguen llevar con soltura los matices de estudio a su directo y esto lastra un tanto su versión en vivo. No obstante, Manipulation fue una de las tres mejores bandas de la semifinal del Villa metálico con diferencia y su incursión en la gran final era lógica.


 Manipulation. Clasificatoria.


Sin excesivo brillo
El Villa de Bilbao metálico comenzó el 25 de septiembre con la participación de Dysnomia (Galicia) y Manipulation (Polonia). Los gallegos resolvieron con suficiencia sin terminar de llegar a ninguna parte mientras que los polacos convencieron pese a que prometían más. Cain's Dinasty (Alicante) y Etorkizun Beltza (Bizkaia) protagonizaron el concierto del 2 de octubre. Ambas formaciones prometían una buena velada de heavy repleto de referentes clásicos y ambas bandas naufragaron sobre el escenario de La Merced.

Desalojo (La Coruña) y Holly Brandy (Bizkaia) también prometían para el concierto del 9 de octubre. Los gallegos se mueven por el rock urbano de Barricada con algún guiño al death melódico escandinavo. Ejecutaron algún tema destacable pero en líneas generales su actuación fue plana y sin brillo. Holly Brandy derrocharon ganas y energía llegando a ofrecer un espectáculo digno pero musicalmente es difícil entender hacia donde van o hacia donde quieren ir. En su directo hay sudor y entrega pero apenas se distingue música. El 16 de octubre fue el concierto estelar de la ronda clasificatoria con Niketz y The Flying Scarecrow. Olor a finalistas desde los primeros acordes.

El último día, 23 de octubre, resultó una broma. Consciente y totalmente respetable en el caso de los bilbaínos Matutano e inconsciente en el caso de los barceloneses Drakum. El combo catalán de viking metal resultó estéril en su visita a Bilborock, sin apenas pegada y completamente atrapados en un laberinto de clichés olvidables. Matutano, sin embargo, bombardearon con un death/grind metal deudor de Napalm Death y otros clásicos, además de ofrecer un show cómico aceptable con múltiples homenajes al ciclismo ochentero, el pro wrestling y el universo de los tazos. Musicalmente no dan para una celebración pero visualmente son puro entretenimiento al menos durante media hora.

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