Azkena Rock Festival 2015: El festival de las mil caras (II).



Si el protagonismo del viernes lo tuvieron bandas con mucho futuro y bandas que acaban de volver a la actualidad tras años de parón, el sábado el poder del metal se hizo con el control de Mendizabala. La tripleta Red Fang-Mastodon-Kvelertak capitalizó la atención pese al soberbio bolo de OFF! y al buen concierto de Cracker. Entre los puntos oscuros, no de esta edición, sino de la historia del festival, la actuación de Ocean Colour Scene.



Cracker

Sábado 20 de junio
Lo que sea, pero potente

Nuestro sábado empezó poco antes de las ocho con el concierto de Cracker. La banda de David Lowery y Johnny Hickman arrastra la mala costumbre, desde su fundación, de no haber facturado un disco malo o mediocre en toda su carrera. Qué se le va a hacer. Sobre el escenario principal de Mendizabala defendieron con pasión algunas de las composiciones de su última obra de estudio, "Berkeley to Bakersfield", y repasaron su amplio repertorio con paradas puntuales y aleatorias. Su mezcla de rock de raíces, country y pop brilló como siempre. Sin intención de ser la banda más grande del planeta pero completamente convencidos de ser Cracker. Algo que se agradece horrores. Sinceridad y entrega hasta la tumba.

Pocos minutos después, cambio de tercio y resolución de un solape doloroso: Red Fang-Reigning Sound. A favor de los primeros, claro. Lástima que el sonido del segundo escenario fuese más bien torpe durante el 90% del festival porque el de Red Fang fue un buen concierto, crudo, pantanoso y rudimentario pese al castigo que recibían desde la mesa de sonido. En cuanto a la disputa de los pesos pesados del metal actual, Red Fang, por lo visto en este ARF, tendrían que conformarse con el tercer puesto ya que tanto Mastodon como Kvelertak fueron muchísimo más efectivos. Perderse a Reigning Sound fue duro pero seguro que no tardaremos en verlos por nuestras salas.

 Red Fang sobreviviendo al escenario dos.


Mastodon como cabezas de cartel del Azkena Rock Festival un sábado. Un gran momento como cuando lo fue My Morning Jacket o Black Crowes en el pasado. Pese al aspecto metálico de la edición 2015 del ARF, Last Tour International ha provocado que a lo largo de los años la personalidad de su festival gasteiztarra se moviese por coordenadas muy alejadas no tan solo en el espacio. También en el tiempo. La presencia de Mastodon en el cartel del ARF y el nivel de su concierto avala parte del riesgo que la empresa de Bilbao se toma en cada cartel del Azkena. Mezclando elementos dispares y ofreciendo múltiples vías a los asistentes. Al menos antes de Ocean Colour Scene.

De Mastodon en Mendizabala se recibió lo que se esperaba. Una banda de metal sobria, sin miedo al artificio pero sustentándose en el poder del riff e imprimiendo personalidad a través de complicados desarrollos instrumentales. Este último elemento es uno de los culpables de que algunos escapasen del cuarteto estadounidense como si fuesen unos comeniños malvados.


Mastodon siendo Mastodon.

Fallaron estrepitosamente en la bella "The Motherload". Ese fue su único error en una actuación que fue creciendo hasta una media hora final que se debatió entre el estruendo y la épica hasta levitar en el puto cielo. Broche cósmico con carrerilla. Maravilloso final.

Y de un gran bolo de metal a otro gran bolo pero, esta vez, de hardcore punk. OFF! machacaron el escenario dos con una tormenta sónica entrecortada en la que poco o nada parecido a una canción superaba los dos minutos. Amplio conocimiento de lo que es un escenario, sobrado control sobre sus posibilidades y varias obras de culto en apenas un lustro los convierten en un referente dentro de un estilo en el que quizá falten eso, referentes.

Ocean Colour Scene metieron el dedo en la llaga de la agonía y potenciaron los suicidios en masa durante un minutaje injusto e innecesario. Se sabe que hubo asistentes que se fueron a casa, otros que rogaron por una muerte rápida y, finalmente, hubo quien hubiese deseado no admirar a Kvelertak como para quedarse en Mendizabala para verlos. Y pese a Ocean Colour Scene, un cabeza de cartel que quizá no lo fue nunca y que desde luego, a día de hoy, está exageradamente lejos de serlo, Kvelertak selló uno de los mejores conciertos del festival. Increiblemente sonaron bien pese al triángulo de las bermudas del escenario dos. La voz bajó algo el pistón y las guitarras simplemente reinaron. Los noruegos no tienen precio como evolución metalera del punk rock festivo y apocalíptico de Turbonegro. Su amor por los sonidos duros provenientes del hardcore y los desarrollos black metaleros no hace más que enriquecer su propuesta. En el escenario misterioso de Mendizabala Kvelertak se coronaron como los búhos del norte, como la primera banda de metal que campa a sus anchas por el Azkena Rock Festival uniendo elementos del hard rock festivo, el punk, el hardcore y el metal con un nivel de cohesión pasmoso. Uno de los mejores shows del evento.


Kvelertak, vencedores.

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