FUNNY ROMAN NUMBERS. Están locos estos romanos.


"El funcionamiento de una banda de rock está basado en el trabajo y el talento".

Los sueños existen en cada país, en cada ciudad, en cada pueblo. En ocasiones, esos sueños solo dejan de serlo si existe una determinación en los propios soñadores. Un impulso, una creatividad, un trabajo que haga que algo que solo está en la imaginación se convierta en realidad. En Logroño hay una banda que se llama Funny Roman Numbers. Una banda que por sueños podría ser de cualquier parte del planeta. Incluso de tu barrio. Lo que la diferencia del resto de bandas de soñadores es su determinación, su capacidad de trabajo y su ilusión. Publicaron "DCLXVI" hace un año y desde entonces no han parado de pelear para moverlo, venderlo y defenderlo en directo. La primera vez que EROCKA salía de Euskal Herria tenía que ser con una banda así.




TENSIONES

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Intentar sobrevivir dentro de eso que se supone que es la escena de rock estatal es algo heroico. Y más si las coordenadas musicales por las que te mueves son próximas a las de un rock más moderno que ha alcanzado menores cotas de audiencia. Funny Roman Numbers se mueven en esas aguas. Terreno en el que pueden sonar cercanos a Foo Fighters o Queens Of The Stone Age pero también a Bloc Party o a The Police. En cualquier caso, ese rock moderno, siempre entre comillas, poco a poco va dejando de serlo ya que cada vez es más una propuesta del pasado. Una verdad o una mentira con la que el rock siempre estará obligado convivir.

En este 666 en números romanos, el primer disco largo del cuarteto de Logroño, las composiciones juegan emocionalmente con una cuerda que se tensa, se tensa y se tensa pero que nunca llega a romperse. Por un lado es algo positivo, el hecho de que no se rompa augura equilibrio. Y el equilibrio es visible. Por otra parte, que alguna vez la tensión hubiese acabado en ruptura y no en contención hubiese servido para contemplar otra vertiente compositiva, otra capacidad. 

La cuerda se tensa a base de emoción, de temas cantados desde el estómago de una forma visceral. Con una buena base instrumental y desarrollos de calidad. Conformando este "666" un buen conjunto de temas facturados bajo un sello propio e identificable.

"Boys are Back in Town", el tema que abre el disco, es una buena muestra de ello. Pop-rock con una tensión dramática que se contiene y se mantiene impoluto de principio a fin. En "Teenage Days" se alcanza la liberación guitarrera y se dibuja una estructura de canción más identificable gracias a un estribillo con garra. "Not my Princess (Belén)" pasa por ser uno de los mejores temas del disco. Épica guitarrera, suspense y seguramente uno de los primeros temas de la historia del rock que hace referencia al universo "Sálvame".

"Dance you!" se acerca rítmicamente a Queens Of The Stone Age tanto en su arranque como en su desarrollo aunque el estribillo emotivo devuelve la pelota al tejado de FRN. También destacable es "Long Road", con unas rítmicas inspiradas y muy compensada instrumentalmente. 

El ecuador del disco lo marcan los ecos noventeros de la introducción guitarrera y la línea de bajo que traen a la cabeza a Blind Melon. Como siempre, FRN la acaban llevando a su terreno con naturalidad. En "Star DJ" están valientes, arriesgando con una suerte de composición bailable en la onda Bloc Party, una referencia que, en pequeñas dosis, aparece aquí y allá. 

La recta final arranca con "Love Hurts Again", el mejor tema del disco. Power pop con especial acento en el pop, tensando la cuerda emocional al máximo sin alcanzar la ruptura. En este caso no es necesario, el magnífico estribillo hace el resto. Quizá con las mejores cartas sobre la mesa, la tripleta final sigue desarrollando canciones que deberían responder a la catalogación de "canción clásica de FRN".   

"666", en números romanos, es un disco equilibrado y adulto quizá demasiado "limpio" desde un punto de vista abstracto. Funny Roman Numbers han dado con una tecla y se mueven por encima de ella con elegancia y determinación pero quizá el oyente esté esperando que algo haga click, que la tensión se convierta en ruptura y esa ruptura en locura, en llanto o en desgarro. Obviamente, el equilibrio es una opción y "666" es notable en ese aspecto pero abre interrogantes que deberán ser cerrados en siguientes entregas.

7.0


José Vitro: Voz y guitarra
Toti: Guitarra
Héctor: Bajo
Fredd: Batería


PROXIMOS CONCIERTOS:
21 feb. Sala El Perro. Malasaña. Madrid.



Erocka: ¿Un grupo como Funny Roman Numbers contesta a muchas entrevistas?
No.

¿Os dan miedo?
No.

¿Las estais deseando?
Si hay interés real (la mayor parte de los casos) se trata de un honor.

¿Es el ejercicio de hablar de uno mismo útil para el funcionamiento de una banda de rock?
El funcionamiento de una banda de rock está basado en el trabajo y el talento. El trabajo conlleva crear temas, letras, ensayar, diseño gráfico, mailing, envío postal, buscar bolos, promo, etc… Creo que la única forma de pasar del “underground” al escalón más bajo del “no underground” es profesionalizarse, ya sea repartiendose el trabajo entre todos o con la ayuda de una figura externa, algo en lo que toda banda piensa pero casi nunca consigue encontrar.

¿Cuál es la relación con los medios de una banda como FRN?
Hablemos claro. Cuando una banda como nosotros aparece en los medios es porque la banda ha contactado con el medio previamente. En muchísimos casos previo pago (algo que nunca hemos aceptado). Me refiero a entrevistas, noticias, críticas de nuestros discos, etc… Es cierto que mola vender que es el medio el que sigue a la banda y no al revés. Los medios parecen más curiosos y es más romántico para las bandas. Lamentablemente, no suele ser así. Se trata, por tanto, de una relación unidireccional.

¿Qué tal le va a Logroño con FRN y a FRN con Logroño?
Si no fuera por Logroño los FRN no existirían. Hay mucha gente que nos sigue y, después de tanto tiempo, parece que no se han cansado de nosotros. Es lo que nos hace tirar para delante. Una gran parte de nuestra historia está ligada al Biribay Jazz Club, que es mucho más que la mejor sala de conciertos de la ciudad. Ambos nacimos en 2007 y desde entonces hemos tocado todos los 28 de Diciembre. Este año fue el octavo consecutivo, no hemos fallado a la cita nunca.



¿Es Logroño una buena ciudad para el rock?
Logroño tiene mucho movimiento musical, si bien está limitada por el número de habitantes. Hay muchas bandas, unos cuantos locales con música potable y muchísima gente con exquisito gusto musical. Podríamos decir que somos pocos, pero damos mucha guerra.

¿Como fueron los comienzos?
Lo “típico” es decir que los comienzos son muy duros. No estoy para nada de acuerdo. Al principio es relativamente sencillo componer media docena de temas, dar algunos conciertos, sonar fresco, incluso pillar algún premio de un concursito y grabar esos temas. Al principio es muy fácil molar.

¿Cuándo empieza lo duro?
La clave es… ¿qué ocurre cuando ya has cumplido ese ciclo? En el 90% de los casos, las bandas se acaban autodestruyendo, dando lugar a otras que vuelven a comenzar el ciclo. Así que en Logroño nadie se ha comido una mierda. Lo dificil es seguir cuando te encuentras un concierto con menos de 10 personas. Te dan ganas de matar esa banda y montar otra que empiece a molar. Al final no lo haces y acabas poniendo una pasta de tu bolsillo para grabar y plasmar tu música con la mayor calidad posible. A sabiendas que la respuesta de la gente estará muy lejos de las humildes expectavivas que te has creado. Esto es el rock.

¿Cuáles fueron los indicios que os marcaron el salto a un disco grande?
Las canciones. Tocar las canciones en el local, emocionarte, tener la convicción de que nos encanta la música que hacemos. Estábamos de acuerdo en que, después de tanto tiempo cocinando esos temas a fuego lento, había que plasmarlos y cerrar el círculo.

Tirasteis por la autoproducción.
Estuvimos moviendo el Master con algunos sellos que nos molan. Ninguno de los grandes se interesó (muchos ni respondieron). Hasta cierto punto comprensible, teniendo en cuenta la cantidad de bandas que hay hoy en día. También hubo algún interesado, pero planteaban unas condiciones inaceptables para la banda. Al no tener una solución integral aceptable preferimos salir sin sello, dueños de nuestro futuro y nuestras canciones, con las consiguientes desventajas.

Tanto en sentido personal como económico. ¿Es alto el coste que hay que pagar?
En lo personal, el coste tiene que ver con el tiempo que le robas a novia, amigos, deporte, etc.. También con las ilusiones y sueños que no se cumplen. Y, por supuesto, un alto coste económico. A saber, comprar equipo, pagar local, grabar disco, hacer copias, merchandising… No se hace más que poner. En eso no tiene diferencia de cualquier otro hobbie. 

Sería interesante desglosar los gastos para quien no conozca la realidad de una banda de rock.
Con gusto. Un local de ensayo supone no menos de 200€ al mes por banda. Si quieres grabar un disco en un estudio de “primera”, prepara 3.000€ para empezar a hablar. En cuanto a las copias, depende del número de copias que hagas. Puedes conseguir ahorro por cantidad si puedes adelantar el dinero, con el riesgo de quedarte un montón de copias en el local. También depende de la presentación, libreto, etc…

¿Y el vinilo ahora que está cogiendo fuerza?
Un suicidio en lo económico. Una vez que sabes lo que cuesta valoras mucho más al resto de bandas que te vas encontrando en el camino.




¿Cuál fue la acogida que tuvo el disco?
En los medios... nos hubiera gustado recibir más “críticas”, ya sean buenas o malas. Es de las críticas de dónde más se aprende, sobre todo de las malas. Por lo demás, hicimos 300 cedés y se vendieron volando. Tuvimos que pedir más a fábrica, lo cual nos hizo bastante ilusión. Los LP también se venden, pero van más despacio.

¿Es complicado venderlos?
La mejor (única) forma de vender discos es en los directos. Esto siempre ha sido así. Y que no cambie.

¿Qué valoración hacéis un año después de su publicación?
La grabación del disco fue una experiencia brutal. Fuimos a Westline Studios, en un caserón de un pueblecito perdido en la sierra de Madrid. Lo elegimos porque podíamos grabar todos juntos en directo. Condición imprescindible. Además, Juan Blas nos daba buenas vibraciónes. Es una máquina. Disfrutamos y aprendimos al límite, a partes iguales. A raiz del disco, decidimos que intentaríamos tocar todo lo posible. No ha estado nada mal la cosecha, pero no tanto como nos hubiera gustado. Veremos este 2015.

¿Dónde empieza y termina una influencia para un músico?
Cuando estás componiendo no piensas premeditadamente en un grupo o una canción (sería muy grave). Sí que es cierto que cuando surge el tema y lo escuchas puedes pensar: Coño, esto suena a …. Creo que las influencias son muescas que se te van quedando grabadas en el cerebro y se acaban plasmando en pequeños detalles de canciones, estribillos o letras. Me temo que lleva ocurriendo los últimos 50 años. Curiosamente, muchas veces te asignan influencias que nada tienen que ver contigo, lo cual desmonta la teoría anterior.

¿Que os considerasen los Foo Fighters de Logroño y extensos alrededores sería un halago o una putada?
Hablaríamos, sin duda, de un “enamorado de la generosidad”. Foo Fighters es uno de los grupos que nos solía poner a todos de acuerdo, si bien el último disco ha generado división de opiniones en el local y ha dado fruto a duelos verbales épicos.

¿Es complicado acceder al directo?
Depende. Tenemos bandas hermanas de una escena más cercana al punk y se mueven muchísimo. Si con directo hablamos de tocar en salas de pequeño aforo en ciudades que no son la tuya, la cosa está realmente jodida. Para tocar, has de ir acompañado de una banda local o directamente pagar alquiler de la sala. Por suerte, existen excepciones como la gente del Caño-On (Tarancón, Cuenca) o Let’s Show (Madrid), que nos tratan siempre a las mil maravillas y son responsables directos de que los FRN sigan dando guerra. Creo que no son conscientes de lo que esos “gestos” pueden suponer para una banda como la nuestra. He ahí su grandeza, por otra parte.





¿No tocar puede arruinar una banda?

Sin duda. Hemos tenido alguna época baja en la que sólo tocábamos nuestro concierto anual del 28 de Diciembre. Aunque estábamos componiendo y blablabla…

El directo es el alimento de una banda de rock.
Hay gente que disfruta ensayando, pero es el directo el que te hace crecer como banda.


¿Cómo son Funny Roman Numbers en directo?
No somos aburridos. No nos debemos a una escena ni a un estilo premeditado y eso nos hace sonar frescos y espontáneos. Nos dicen que sonamos muy compactos y que cada vez gozamos más, algo que es cierto. La gente se suele quedar con un gran sabor de boca y muchos repiten.

Un año después, ¿Hay planes de futuro? ¿Planes inminentes? ¿Algo? ¿Nada?
Seguiremos componiendo nuevas canciones con vistas a una futura grabación que ojalá se dé este año. Sin perder de vista el directo, tocando todo lo que podamos y llegando a la mayor gente posible. El 21 de Febrero volvemos a Madrid, junto a The Backseats, en sala El Perro (Malasaña), gracias a Let’s Show. 
En cualquier caso, siempre nos quedará el 28 de Diciembre. En 2015 cae en Lunes, creo. Este año cayó en Domingo y se lío gordísima.

¿Ha sido útil el ejercicio de hablar de uno mismo para FRN?
Ha sido un verdadero placer. No siempre se tiene la oportunidad de responder a una entrevista sin lugares comunes y parida desde el corazón.






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